miércoles, 23 de enero de 2013

Capitulo 9

Hola, ya he visto sus comentarios y gracias por hacerlo, en serio que si gracias a ustedes la verdad que he escrito mejor, ademas de que me ayudan a desestresarme.

Entre a la escuela el lunes, es miercoles y los profes me traen corriendo. No imagine que fuera tanta tarea, termine la de ingles, llevo la mitad de filosofia y todavia no empiezo la de sociales, sin contar la de calculo! y para acabar etimologias no es tan divertido como imagine:(

En fin, quise publicar porque estoy segura que hasta la proxima semana y si bien me va publicare!!:(  gracias por su infinita paciencia las amare mil!!

Hoy conoceremos a otro personaje, espero que juegue parte importante de la historia aun no lo se bien. Recuerden que escribo la historia nuevamente! plis comente y recomienden el blog! 

el es el nuevo personaje!


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-Mama estoy bien, en serio. – mi madre había insistido en fueramos al medico, algo  a lo que me opuse totalmente y sin poder evitar aquí estaba sentada en la sala de espera.

-Solo es para cersiorarme de que no ha pasado nada mas grave. – me dijo por doceava vez. – solo a ti te pasan estas cosas de golpearte con las pelotas Vicky.

-Por lo menos el equipo gano. – bromee. Mi mama no pudo evitar reírse, ella sabia tan bien como yo que mi cabeza es un iman de balones.

El medico me llamo, me levante con desgana. Venir al medico era lo mismo de siempre: contar la historia, se reiría internamente por lo que sucedió, me recetaria algo para el dolor, a pesar de no tener dolor alguno y fin de la consulta. Creo que soy adivina porque todo se cumplio al pie de la letra.

-Ves mama, estoy perfectamente, me receto lo de siempre por si tenia dolor. – le di la receta.

-Espera aquí, ire a ver si en la farmacia hay de este medicamento.

Me recargue en un corredor para esperarla, esto llevaría tiempo, mi mama suele perderse en este tipo de lugares, a veces podía llegar a ser distraída. Comencé a caminar por el hospital, no es que me llamara la atención pero no había nada mas que hacer y quedarme en un solo lugar me ponía ansiosa, un poco.

Daniel. Resople, siempre esta en todos lados. Iba saliendo de una consulta al parecer, pensé en acercarme pero se fue tan rápido que ni tiempo me dio de reaccionar. Lei el letrero que colgaba de la puerta con sorpresa: PSIQUIATRIA. El me dijo que ya había estado demasiado tiempo en un hospital, sin embargo, no me dijo el porque. Respire profundamente, no tenia porque hacerme conjeturas, aun asi en mi cabeza ya empezaban a formarse ideas.



-¿Victoria? – me pregunto un chico desconocido a la salida de la escuela. – seguro que no me recuerdas, salía con tu hermana.
Eso lo explicaba todo, no podía recordar a todos los chicos con los que mi hermana salía, en eso tenia razón el desconocido.

-Armando. – me tendio su mano.
Bueno, se veía amigable. Estreche su mano con una pequeña sonrisa y la solte casi al instante.

-¿Necesitas algo? – le pregunte, creo que me oi un poco directa pero suelo ser desconfiada de personas que no conozco, bueno solo había una excepción.

-¿Sabes de ingles? – me pregunto con vergüenza. – se aproximan los exámenes, no quiero reprobar la materia.

-Bueno, no soy bilingüe pero algo se. – le sonrei con mas confianza. – quieres que te ayude.

-La verdad es que si, estoy seguro que no me recuerdas pero yo te vi en algunas ocasiones, - a esto me refiero a distraerme con facilidad. – además de tu ayuda, me gustaría tratarte mas, no se, ser amigos.

-Me agradaste. – admiti con una sonrisa. – empezamos cuando quieras.

-¿Puedes mañana después de la escuela? – me pregunto con mas confianza.

-Nos vemos mañana después de la escuela. – me despedi de el y subi a mi auto.



-I will study… - pronuncie con lentitud. – yo estudiare, recuerda que el will es un auxiliar para el futuro.

-Asi nada más. – afirmo incrédulo, asenti. – he aprendido mas en esta hora que en los semestres anteriores.

Me rei, es inteligente que se tarde en absorber las ideas es otra historia.

-¿Nos podemos ver mañana a la misma hora? – me pregunto dudoso.

-Por ser un buen alumno, si. – además que no tengo nada mas que hacer en mi casa, dije para mis adentros. – me tengo que ir, nos vemos mañana.

Me despedi y Sali de la biblioteca, a la que por primera vez le di otro uso.

-Victoria. – después de casi una semana me habla, vaya milagro.

-¿Necesitas algo? – mi voz salio mas seca de lo que espere, no me arrepentí aun asi.

-Que agresiva. – me observo con detenimiento. – la verdad es que no necesito nada.

-Entonces me voy. – me di la media vuelta, refunfuñando de su falta de expresión.

-Siempre huyes de mi. – me igualo el paso con rapidez, lo ignore. - ¿Qué hacias con ese chico? – me pregunto fingiendo que no le importaba.

-Nada de lo que tengas que estar enterado. – le respondi con un poco mas de amabilidad, aun sin dejar mi seriedad. – yo no soy la que huye, tu eres el que se escapa siempre, como si temieras que fueras hacer algo de lo que te arrepentiras. – como siempre, hable de mas, pero ya era muy tarde para arrepentirme. – te has preocupado por mi, me confesaste que te gusto, no se a donde quieres llegar.

-Yo tambien quiero saber a donde quiero llegar. – me confio, otra vez esa mirada tan triste.

-Cuando lo descubras, me gustaría saberlo. – con eso subi a mi auto dejándolo estático en su lugar.


Querido diario:

¿Qué rayos me esta sucediendo con Daniel?  
Lo admito es guapo, misterioso, llama la atención, admitió que le gusto y aunque no quiera admitirlo a mi tambien me gusta, se ha preocupado por mi aunque hace semanas no me dirijiera la palabra nisiquiera para saludar y, ahora de buenas a primeras me pregunta quien es Armando, tampoco te he contado de el.

Armando es un ex-novio de mi hermana, Alicia el cual me pidió ayuda para una materia de la escuela, es muy agradable platicar con el, divertido y amable, con un sentido del humor que hace el peor de tus días en uno de los mejores, su felicidad es contagiosa.

Bueno, pues cuando terminamos la sesión a Daniel se le ocurrio preguntarme quien era el, no les respondi, ya que no tenia porque. Lo se, soy una terca de lo peor, pero no puedo ser como el: fingir que nada sucede cuando es todo lo contrario.

Cuando fui al hospital por ordenes de mi mama lo vi ahí tambien, salía de un consultorio psiquiátrico. Fue difícil no hacerme ideas de porque vaya, luego decidi que el no es mi asunto, no pide ayuda, siempre esta triste tratando de evitar a los demás que lo rodean, yo he visto su sonrisa, otro lado de el y me atrevo a decir que tuvo que pasar algo realmente terrible para que sea como es.

Lo peor es que no dice nada, ¿Cómo se puede ayudar a una persona que no dice lo que siente? ¿Qué prefiere aguantarse todo lo que sucede? O es demasiado bueno y no quiere que los demás sufran o demasiado masoquista, ojala que sea la primera.

Cerre mi diario; hace tiempo que no escribia en el, puede que muchas de mis ideas las diga en voz alta, por no poder controlar mi lengua todo el tiempo, pero mi diario era una cosa totalmente diferente, siempre que me aguantaba de hablar corria a contárselo. Desde niña que tengo un diario, escribo cosas que me han sucedido, que quisiera que jamas hubieran sucedido, cosas que me gustaría que sucedieran… en fin, muchas cosas. Tenia una cantidad enorme de tarea que si deseaba terminarla era mejor que la empezara ya; guarde mi diario en el mismo cajón de siempre, luego le buscaría otro escondite, reemplazandolo por los aburridos libros de la escuela.

-Odio matemáticas. – se quejo Mariana en voz alta, creo que toda la escuela la oyo.

-La escuela no tiene por que enterarse. – me rei. – aunque a mi tampoco, nunca me han gustado.

-Pero a ti todo lo de la escuela se te da mientras que a mi… bueno, digamos que mejor no digo nada. – ambas reimos. – lo malo es que los exámenes ya vienen, voy a necesitar ayuda… - batio sus pestañas un par de veces.

-Cuando quieras. – me encogi de hombros.

-No es por nada pero Daniel te mira. – fije la vista donde la tenia mi amiga y efectivamente ahí estaba Daniel, desvie la mirada para evitar que todos esos pensamientos acumulados vinieran a mi mente.

-Si, eso creo. – dije con fingida indiferencia. – tengo clase, nos vemos mas tarde.

Fue la excusa mas tonta que pude darle pero no tenia ganas de darle explicaciones, luego me preguntaría pero por lo menos tendría tiempo de inventarle algo bueno, no me gusta mentir, de echo creo que seria la primera vez que lo hago, pero al fin y al cabo el fin justifica los medios. 


2 comentarios:

Nia dijo...

Te esta quedando de miedo. Es fabulosa. Espero que escribas pronto :-);-)

Nia dijo...

OS ESCRIBO PARA DECIROS QUE TENEIS PREMIO EN MI BLOG. ESPERO QUE OS GUSTE :)

pd: Esta a la derecha del todo del blog bajando para abajo.