miércoles, 9 de enero de 2013

Capitulo 7

Hola a todos/todas aqui les traigo otro capitulo, ¿creen que Daniel es misterioso? aun no han visto nada.

Bueno, pues tengo una noticia no tan buena: Mañana entre, mas o menos, a la escuela. Es un estres tomar esos cursos pero que mas da necesitare puntos para pasar el semestre.

Ya voy para cuarto semestre es como WOW!! ultimo semestre de la preparatoria! despues la facultad;) desenme suerte que la necesitare, gracias a la s nuevas seguidoras por comentar, ya desde hace unos dias que lo vi pero se me pasaba agradecerles.

aqui les dejo el capitulo ojala les guste:)

 
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Querido diario:
Hoy es el dia. La semana paso volando a una velocidad increíble, algo bueno ya que secretamente, deseaba que llegara este dia. Hable con Daniel ayer por la tarde, le dije que seria mejor vernos en una plaza cerca de mi casa, le di la dirección y le dije que a mas tardar al mediodía estaría ahí. A la plaza podía llegar caminando ese no era problema alguno, el problema seria Alicia. Se entero cuando hablaba con Mariana que saldría con su amor no tan secreto. No dejare que me aguade mi cita, si me invito a mi fue por algo, ¿no? Aun asi creo que tiene razón en algo: no creo que me tome en serio.
No soy la más bonita, popular, que viste y se maquilla mejor; solo soy yo. Eso es todo lo que tengo y puedo ofrecer.
¿Qué habrá visto en mí que lo haya hecho invitarme?
Hoy lo descubriría.
Cerre mi diario, ya se me hacia tarde para mi cita. Mi cita. Suspire, me gustaba mucho como se oia, mas de lo que diría en voz alta. Avise a mis papas que ya iba de salida, que llegaría para la cena y Sali al encuentro con Daniel.
Camino al parque no pude evitar preguntarme si iba vestida adecuadamente, nunca había asistido a ningún tipo de evento como este. Siempre vestia igual, pantalones de mezclilla, tenis o zapatos de mi piso, normalmente mis desgarbados converse iban conmigo a todos lados, hoy no era la excepción, las playeritas con leyendas abundan en mi closeth, nunca encontraría un vestido o tacones en el. Maquillaje, creo que en mis cajones solo hay gloss y rímel, no suelo maquillarme. Lo vi sentado en la banca del parque, no vestia muy diferente a como iba, suspire aliviada, no desentonaría tanto.
-Hola – me acerque y lo salude. – lo siento si se me hizo tarde, perdi la nocion del tiempo.
-No importa llegaste justo a tiempo. – se levanto de la banca, si que era alto. - ¿Hasta que hora te dieron permiso? – me pregunto abriendo la puerta de copiloto para que entrara.
-Antes de las ocho. – le respondi con una pequeña sonrisa.
-El tiempo perfecto. – encendio el auto. – puedes ponerte el cinturón de seguridad por favor. – me pidió.
Me lo puse en seguida, fue extraño. No se si sea mi imaginación pero lo vi algo nerviso, bueno yo estaba igual.
-¿En donde es? – pregunte después de diez minutos de silencio.
-En el centro, ya casi llegamos. – me respondio con tranquilidad. – si te preguntara algo, ¿te enojarias? – pregunto con cautela.
-No lo creo.
-¿Por qué llorabas en esa fiesta? – me pregunto sin perder la vista de la autopista.
-No es algo de lo que me guste hablar. – le respondi mirando por el espejo retrovisor. – no me trae los mejores recuerdos.
-Eso me imagine. – dijo en voz alta.
-¿Llevas mucho tiempo viviendo en la ciudad? – le pregunte para cambiar de tema.
-Podria decirse que si. – me respondio con indiferencia. – ya llegamos.
Baje del auto y… el edificio de la biblioteca era enorme. Parecia un lugar tranquilo, la gente no hacia tanto alboroto y podía ver que conversaban con tranquilidad.
-Vamos. – me invito Daniel abriéndome la puerta para entrar al edificio.
Había tantos títulos que jamas había visto o escuchado, todo igual de interesantes. Odio la literatura, me gusta leer cuando quiero más no cuando te obligan. Pase por un pasillo observando los distintos libros de romance.
-¿Te gusta el romance? – me pregunto Daniel tomando el libro que acababa de acomodar en el estante.
-Que puedo decir, soy una romántica empedernida, sigo esperando a mi príncipe azul. – me empece a reir por mis propias palabras. – olvídalo.
-¿Cómo seria tu príncipe azul? – me pregunto repentinamente interesado.
-Pues… no se, una extraña mezcla de Darcy y Edward Cullen. – bromee. La cara de Daniel era una mezcla de confusión y algo de miedo. – tambien olvídalo. Tampoco soy de las que suben a su nube de fantasia para caer después. – enarco una ceja sin entender mis palabras. – quiero un príncipe que sea el mismo, que no finja, eso es todo.
-Solo eso – inquirio sin creerlo.
-¿Por qué querria algo diferente? Para que quieres a alguien tan… guapo, con dinero si no pueden dejar su arrogancia, quiero a alguien normal, que no me haga daño.
Me fui a recorrer el pasillo de terror para olvidarme de todo eso del amor. Encontré algunos títulos interesantes que estuve hojeando un buen rato, Daniel se había desaparecido repentinamente. Después fui al pasillo donde había puros títulos de desamor, uno capto mi atención: Los ojos de mi princesa. No dude en tomarlo para comprarlo.
-¿Cuánto cuesta? – le pregunte a la vendedora de ese puesto.
-Ciento veinte pesos – saque mi cartera.
-Aquí tiene – mi acompañante aparentemente perdido apareció para pagar mi libro. Yo no le pedi que me lo comprara. – que titulo tan interesante.
-Ten – le tendí el dinero del libro, negó con la cabeza. – vamos tómalo, yo no te pedi que lo pagaras, por favor.
-Es tu dinero, considera el libro un regalo. – rode los ojos, no le iba a ganar. - ¿no hay algo mas que quieras comprar?
-No si tú lo pagas.
-Supongo que no quieres nada. – me tomo el pelo.
-Mejor vámonos, no quiero terminar enojada contigo, me gustas lo… - me calle, genial hable de mas. – tengo otros generos que ver todavía.
Mi compañero me miro esperando que continuara mi frase de hace unos segundo pero no lo hice, ya me había ridiculizado bastante en estas dos horas.
-¿El chico de la fiesta te ha hecho daño? – me pregunto, no me esperaba esa pregunta. Me encogi de hombros. – por eso estabas llorando, ¿cierto?
-Si querias averiguar mis problemas amorosos mejor se lo hubieras preguntado a Teo, te daría lujo de detalles. – lo consiguió sin proponérselo, estaba enojada. – no me gusta que se metan en mis problemas. – murmure aun mas bajo.
-¿Qué te ha hecho? – me pregunto con ¿preocupacion?
-Nada que tengas que saber. – le dije tajante. – me quiero ir de aquí, ya. – exigi.
-Vamonos. – se rendio, no le diría nada. – ya se que has de estar pensando porque me meto en lo que no me importa, - vaya, que inteligente. – a mi tambien me gustas lo suficiente para preocuparme.
Me quede estatica en mi lugar, escuche bien y Daniel me dijo que le gusto o fue mi imaginación. Siguió caminando, yo aun no salía de mi trance para seguirlo.
-¡Espera! – exclame cuando por fin reaccione. – tu en serio me acabas de decir eso. A mí. – dije sorprendida.
-No veo porque no habrias de creerlo, eres muy bonita quien no se fijaría en ti, sencilla, solo tu. – acaricio mi mejilla, me sonroje por su roce. – tu mirada me dice que no te lo crees.
-Tu mirada me dice que estas triste aunque lo aparentes. – era el momento mas romántico de mi vida, y lo arruino mi gran bocota. – lo siento, yo no quise… hablar sin pensar. – admiti.
 


1 comentario:

Nia dijo...

Espero ansiosa el proximo capitulo. Me encanta tu fic