lunes, 20 de agosto de 2012

Capitulo 3

Hola a todos, primero que nada, perdon por tener el blog tan abandonado!! pero ya estoy en eso, avance como tres capitulos!! osea que publikare mas seguido, gracias por leerme, sobre todo por esperarme, mas que nada porque acabo de empezar el 3° semestres de la prepa y eso me quita mucho tiempo!!! bueno gracias de todos modos, tambien les recuerdo mi otro blog TUNEL DE ESPERANZA!!
Gracias a los nuevos seguidores!!!:)

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-Hay que ir – insistia Ana, a ella podía considerarla una amiga tambien, la mas alivianada de
Mariana y no se diga de mi, era la amiga fiestera, popular pero no se le olvida
que cuando llego a la escuela nadie le hablaba a excepción de nosotras, hasta
que gano un concurso y empezaron a verla en serio.

-No creo que hayamos sido invitadas. – hable yo. – bueno, mejor dicho no creo haber sido
invitada. – me corregi.

-Nada de eso, están invitadas yo las invite, no hay excusas iremos este viernes a la fiesta.

-Hay que ir Vicky – asi me decían de cariño – es la fiesta de bienvenida, será genial.

A veces me daba miedo del entusiasmo de mis dos amigas.

-Ire – me rendi – mientras no me obliguen a bailar, cantar, beber o hablar.

-Veras como nos divertiremos – aplaudio Ana. – nos vemos chicas tengo clases.

Mariana compartia la mayoria de mis clases, algo bueno ya que no soy muy sociable que
digamos; me sorprendia que mi hermana fuera lo contrario, incluso he llegado a
pensar que soy adoptada.

-Victoria – me llamo Mariana – regresa a la realidad.

-¿En serio tengo que ir a esa fiesta?

-Definitivamente. Este viernes nos reuniremos en mi casa y no vas a rechistar, te arreglare de
una manera que estaras irreconocible.

-Me pondrás una mascara – bromee.

-Es una posibilidad – me siguió el juego. – sabras quien es Mariana Perez el viernes.

Suspire. que mas podía hacer de todas maneras. Ya tenía planes para el viernes.

Las clases siempre son tan aburridas, muchas cosas ya las se. Daniel seguía como siempre
de reservado, no hablaba con nadie a pesar a que mas de uno se le acercaba para
conversar, mi hermana era una de esas personas; las tres clases que compartia
con el era lo mismo: llegaba, se sentaba el rincón mas alejado del salón, me
daba la impresión de que ni ponía atención a nada de lo que los profesores
decían, nunca hablaba y en mas de una ocasión lo encontré mirándome de reojo.

Sus ojos, tenia que admitir que esas esmeraldas captan la atención a donde
quiera que vaya, claro que están opacadas por ese velo de… ¿dolor?
¿frustracion? No se como llamar a lo que veo.

Siempre he pensado que las miradas hablan por si solas, descifrarlas solo es cuestión de
prestar la atención debida; Daniel es la excepción a la regla, no se que quiera
expresar con su mirada. Lo peor de todo, es que me preocupo por el y ni se ha
de acordar de mi, de hoy en delante lo dejare al fondo de mis pensamientos,
donde siempre debe de estar.

Las clases terminaron; Sali apresurada esperando que Mariana y Ana pasaran por alto mi
huida, quizás todavía podría convencerlas de no asistir a esa fiesta. Mi idea
se fue por el drenaje, me esperaban recargadas en mi auto. resople, frustaron
mi huida.

-Vamos chicas, yo no soy de fiestas y las fiestas no son de mi – trate de zafarme del
asunto – no conocere a nadie, me aburriré, las aburriré, además no es la
primera ni la ultima fiesta.

-Es la fiesta de bienvenida,Victoria – me recordó Ana.

-Nos vamos a divertir, ya veras.

-Nunca has ido a una fiesta desde…

-Exacto. – la interrumpi. – odie esa fiesta, no quiero recordar nada de lo que paso…

-Ya no pasara nada, confía en nosotras – me aseguro Mariana. – estare contigo, no te dejare
sola. Tienes que superarlo en algún momento, si te sientes mal nos vamos
enseguida.

-Nadie puede contra ustedes. – sonrei y subi a mi auto, obvio que esas dos celebraban su
victoria, vaya ironia, nunca gano y me llamo Victoria.

Mi mama preparaba la comida mientras papa veía la televisión, supongo que hoy se tomaron el dia.

-Ya llegue – avise al cruzar el umbral de la puerta – hola papa – bese su mejilla – hola mama – me acerque para saludarla igual – huele delicioso.

-Gracias, Vicky, ¿puedes avisarle a tu hermana que ya voy a servir? – me pidió.

Nunca podría decirle que no a mi mama, era la mujer mas dulce y comprensiva. Asentí.

Subi las escaleras con lentitud, soprendida de que mi hermana haya llegado temprano.

-Te lo digo Lili – oi a Alicia antes de tocar a su puerta. – esa fiesta será
genial, invitare a Daniel, quizás solo sea timido, un empujoncito no le vendría
mal.

Daniel. Daniel. Daniel. Resople, ni en mi casa me puede dejar en paz. Tampoco creo que
el sea de fiestas. Toque a su puerta recibiendo un “adelante”.

-Mama ya servirá la comida, hay que bajar.

-Claro, ahora bajo. – dijo con su típico buen humor, suspire.

Mi hermana no conocía el no. Baje las escaleras con pereza, tenia hambre, de echo el dia que
no tenga hambre el mundo se acabara. Alicia bajo enseguida. Todo estuvo
delicioso, amo el spaguetti.

-Mama – ya había llegado la hora menos esperada por mi: pedir permiso. – bueno, habrá una
fiesta el viernes y… - Alicia se atraganto cuando le dio un sorbo a la
limonada. - ¿puedo ir? Es la fiesta de bienvenida.

-No solo me lo preguntes a mi Vicky, sabes que te dire que si, mejor preguntale a tu padre.
– señalo a papa con una sonrisa.

-¿Puedo? – le pregunte, esperaba que la respuesta fuera un no.

-De acuerdo, pero no llegues tarde. – hubiera preferido que dijera no.

-¿Yo tambien puedo papi? – le pregunto su otra hija. Ahora si se lo pensó, Alicia era amiga
de las fiestas, por no decir que cada fin de semana tenia que ir a una – no es
justo que a mi hermana la dejen y a mi no, tambien es mi bienvenida.

-De acuerdo, pero tampoco llegues tarde. Ya no habrá permisos muy seguidos para ti Alicia –
mi hermana asintió, sabia que con su cara de perro triste no seria su ultima
fiesta. - ¿Iran juntas?

-No. – respondimos al mismo tiempo.

-Hummm… no regresen tarde, las estare esperando. – ambas asentimos. Claro conmigo no pone
objeción, rara vez le pido algo.

La comida paso de manera rápida, al igual que la cena. El sueño me vencio pasadas de las
nueve, mañana seria otro dia.




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