Capitulo 2

Aqui les traigo otro cap. ojala les guste!!:) la historia cambiara mas adelante por ahora seguira igual!!:)
ya Publique en mi otro blog!!:) por si se quieren pasar!:)

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-Lo siento- me disculpe- no era mi intención.

-Fijate por donde caminas- esa voz. Era Daniel. Me hablo con tanta brusquedad.

Daniel estaba levantado del suelo. Me miraba como… que si ya no me quisiera ver.

-No era mi intención- me faltaba un libro.

-Es tuyo- por lo menos su voz cambio un poco.

-Si, gracias- se lo arrebate de las manos y me observo un gesto un tanto incomodo.- No se aque se deba tanta brusquedad pero… alla tu.

-Es que…- me iba  decir algo; no me importo me eche a andar. Como me podía tratar a si si no me conocía.- Espera. ¿Tu quien eres?-La pregunta me desconcertó.

-Me llamo Victoria-Lo mas seguro es que me haya confundido con mi hermana- Creo que me confundiste con mi hermana.- sonrei un poco ante su cara de extrañeza- No eres el  primero.- suspire.

-Nunca pensé en eso- bufe.-Pero… bueno. Ya no importa.

Se alejó. No entendí nada de lo que me dijo de ultimo.

 Por lo menos ahora ya entendía la parte en la que casi me grita, Alicia debió de estar insistiendo en hablarle y el de tan arto que estaba se la quito de encima. En serio que si nos parecíamos por lo menos por fuera. Subi a mi coche acomode los libros en el asiento de el copiloto y lo arranque.

Aun no podía creer que Daniel me haya hablado de esa manera tan brusca y fría. Ahí quedaba claro que no deseaba algun tipo de compañía; eso era realmente decepcionante me hubiera gustado descubrir un poco mas de el ahora, eso es imposible. Si rechazo a Alicia porque habría de dejar que yo me acercara a el;  pero aun era que yo pensara que el me acepataria. Para que dejar que esto me afectaran. No era la primera persona de la que tenia que alejarme.

Llegue a mi casa. El coche de Alicia no estaba eso queria decir que todavía no llegaba. Tenia unos momentos libres para escribir en mi diario. Lo saque de mi mochila para ponerme a escribir.

Querido diario:

Hoy me paso algo de lo mas extraño. En clase de literatura llego un chico nuevo llamado Daniel; es muy guapo su cabello color miel estaba arreglado como si estuviera despeinado, es alto y tiene unos ojos hermosos los mas bonitos que he visto de un espectacular color verde- no igual de verde que el mios mas claros- pero a peasar de su hermosura se ven vacios. Sin vida. Sin alegría.

Hoy, sin querer lo golpe con la puerta de la biblioteca después me hablo de una manera muy brusca. Brusca para una desconocida que nunca le ha Hablado. Después yo le dije que me llamaba Victoria se sorprendió mucho. Pensó que era Alicia. Nada nuevo. Pero cuandom me vio bien lo comprendió. Sabia que tenia una gemela algo que, desde luego, no se habría imaginado. Se nota que Alicia lo saco de quicio. Pero yo veo algo mas en el como si no deseara… compañía eso es raro alguien como el debería de ser todo lo contrario. Debería de querer mas atención, ser popular, yo que se pero… hay algo que no encaja y eso me preocupa mas de lo normal.

Cerre mi diario. No tenia nada mas que escribir. Además Alicia llego. Nadie en mi familia sabia de la existencia de mi diario.

Tener un diario era algo privado; que solo tu puedes tener para leer y expresar tus pensamientos. La verdad mi diario era como mi mejor amigo. Mi amigo personal. Suelo pensar en el de esa forma lo único de lo que estaba segura que nunca me traicionaria.

-Ya llegue- Alicia ya habia llegado.- no hay nadie.

-No- dije.

-Victoria- me llamo Alicia, algo iunsual en ella- no viste al chico nuevo, al guapo.

-Si, tropeze con el en la biblioteca- le dije.- Al perecer estaba muy enojado.

-¿Hay una biblioteca?- pregunto extrañada- No lo sabia.

-No me sorprende- dije sin emoción- ¿Por qué me preguntas?

-Es muy guapo-eso ya lo sabia no era necesario que me lo dijeran - No tardara en invitarme a salir.

-¿Estas segura? - quise cerciorarme.

Asintió. Se fue a su habitación.

Como Alicia podía ser tan vanidosa. Creer que el la invitaría a salir. Bueno que mas daba. La que se desilusionaría seria ella.

Mi tarea no era lo suficiente como para distraerme de Daniel y aun mas extraño que no pudiera distraerme ya que con sinceridad eso me sucedia muy a menudo. Nunca me habia sentido tan dependiente de una persona sobre todo de una que no conocía; pero su rostro, esa expresión de tormento… era muy difícil de olvidar incluso aunque el fuera un desconocido.

Tenia que pensar en otra cosa, pero, ¿en que? En serio que mi vida era realmente aburrida.

Me recosté en mi cama pensando en eso. Recorri con la vista mi habitación hallándola igual de aburrida que yo. Las paredes claras de un color amarillo suave, el closeth de puerta corrediza café caoba con mi cama enfrente de el, el tocador blanco con un espejo ovalado y un buro al lado de mi cama con mi despertador en el y dos repisas con mis libros favoritos acomodados en ella. Tendría que empezar con mi recamara, algo bueno en que ocuparme.

Ya era tarde cuando me puse mi pijama para irme a dormir.